Bueno, fue hace mucho tiempo atrás.
Habría sido a los 10 o 11 años. Y después de luchar con mis padres, finalmente hice que aceptaran comprarme un acuario. Era un acuario de tamaño mediano y tenía dos peces dorados, un tiburón tigre y algo que combinaba con el aspecto de nemo. Entonces, todos los días, después de regresar de la escuela, solía mirar esos peces y darles el alimento requerido. Al cabo de unos días murió uno de los peces. Fue un momento desgarrador. Pero, tenía más de esos, así que continué con eso. Ahora, en uno o dos meses, perdí casi todos mis peces, excepto un pez de colores y ese tiburón tigre. Nunca entendí por qué se estaban muriendo en tan poco tiempo.
Al día siguiente, mis ojos se dirigieron a ese tiburón tigre que estaba arrancando la cola de otro pez de colores poco a poco y esa pobre criatura estaba tratando de alejarse de él. Fue entonces cuando entendí todo. ¡Inmediatamente tomé la red y saqué a ese bastardo y la dejé morir de asfixia! Lo vi sufrir y sentí que había vengado a esos pequeños pececitos míos.
Ahora, no me juzgues. Yo era solo un niño, está bien!
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