La vida es dura cuando te resistes.
Se necesitan habilidades de afrontamiento serias para enfrentar efectivamente las dificultades, los conflictos, los fracasos y el engaño que seguramente encontrarás en la vida. Si no aprendemos estas habilidades cuando somos jóvenes, lucharemos con los mismos desafíos una y otra vez en la vida.
Es la lucha lo que hace la vida difícil. Nos quedamos atrapados.
Atrapado en un gol retrasado, lo que alguien dijo, algo que perdiste. Atascado con la mente corriendo escenarios y soluciones a situaciones que nunca se harán realidad. Atascado tratando de estar a la altura de algún ideal imaginario y castigándonos a nosotros mismos cuando no lo hacemos. La mente lo da vueltas una y otra vez hasta que te sientas miserable.
- Cómo interpretar esto: “Lo único que es constante es el cambio”.
- ¿Cuán cerca puede estar uno de convertirse en un verdadero vigilante de la vida?
- ¿Qué es lo más extraño que has visto en el transporte público?
- ¿Cuál crees que es el peor problema que tuviste que enfrentar?
- ¿La vida es realmente complicada o es solo un estado mental?
Silenciar la mente hace la vida más fácil. Cuando no estás sujeto a tus propios caprichos, o reaccionas a ciegas o te obsesionas, puedes ver tu situación más claramente. Te sientes empoderado para tomar tus propias decisiones. Estás seguro de que estás haciendo buenos, incluso si los resultados no siempre son tan buenos.
Si podemos reconocer que un pensamiento es solo un pensamiento, y un sentimiento solo un sentimiento, podemos romper la resistencia que hace la vida tan difícil.
Lamentablemente, muy pocos lo hacen.