¿Por qué culpamos a Dios?

Tendemos a culpar a Dios por casi todo lo negativo que nos sucede individual o colectivamente. Esto puede deberse al hecho de que no queremos ser responsables de nuestras propias acciones y sus reacciones posteriores. Una salida fácil es culpar a otros y finalmente culpar a Dios.

Tenemos que entender la tercera ley del movimiento de Newton, que establece que “para cada acción, hay una reacción igual y opuesta”. Somos nosotros, no Dios, quienes realizamos nuestras propias acciones y, por lo tanto, enfrentamos las reacciones (buenas o malas).

La acción depende del deseo. Los deseos surgen de la mente. Una mente indisciplinada conducirá a acciones irresponsables, que a su vez tienen sus reacciones negativas o positivas que nos afectan individual o colectivamente.

Por lo tanto, controlar la mente parpadeante, mediante un proceso adecuado, se convierte en la necesidad de una perspectiva positiva y de una vida progresiva.

¿Sabes quién hace todo lo que lleva todo si las cosas no son más que algo pero (nosotros) demostramos que no es nada aunque sea algo?

Si hay algún defecto de fabricación en cualquier producto, culpamos al fabricante, de la misma manera, creemos que Dios es nuestro creador y si encontramos que algo va mal con nosotros, culpamos a Dios.

Gracias:)

Porque somos inseguros.

Porque esperamos que nos sucedan cosas buenas a cambio de las cosas buenas que hacemos.

Creemos que Dios SOLO puede cambiarlo todo. Por supuesto que puede, pero me gustaría creer que le gustaría que probáramos cosas.

Porque Dios es el poder supremo que existe en el mundo y todo lo que nos sucede está siendo controlado por él.

Porque ofrecemos oraciones y pensamos que nuestras oraciones no son respondidas.

Culpamos a Dios por cualquier error o cosas malas que enfrentamos en nuestra vida. Todo comienza con nuestro pensamiento básico de que todo lo que sucede a nuestro alrededor está bajo el control de Dios. Si sucede algo bueno, entonces todo el crédito es otorgado con orgullo por nosotros, pero cuando se trata de cualquier accidente, nuestro temperamento se eleva y toda la culpa recae en Dios. No podemos aceptar el hecho de que esos accidentes ocurran por nuestra propia negligencia o actividades incorrectas. Así que creo que es absurdo culpar a Dios por nuestros propios errores, así que deja de culpar a otros por tus propios errores …

¡Oye!

¡Porque Dios no vendrá a aclarar!

Porque hemos llamado las “expectativas” de Dios.

Solo puede culpar al GoD por no brindar una plataforma más alta mientras hace tanto trabajo duro en sus respectivos lugares de trabajo.