¿Veremos el día en que nuestro parlamento trabajará para subsumir toda la casta y la religión en una sola humanidad, es decir?

La semilla ha sido plantada muchas veces.

Un día, el clima y el terreno serán favorables para el crecimiento del árbol unificador.

Desarrollará su fuerza, altura y poder a partir de una humanidad soberana que se unirá lentamente y dejará atrás el uno por ciento que se opone a su desarrollo y disminuye las posibilidades de la población mundial en evolución.

Los parlamentarios ejecutan las órdenes que emanan, ya sea de las grandes empresas o de la mayoría de los votantes, muy rara vez se originan de común acuerdo de los partidos opuestos, algo realmente original o con un fuerte efecto en la casta o la religión.

Entonces, la necesidad es tan grande como el deseo, pero para darnos cuenta debemos mirar la madurez evolutiva de la humanidad que, mediante el voto político, hará realidad esos sueños.

Solo entonces veremos la incorporación de toda casta y religión en una sola humanidad libre.

Todas las grandes aspiraciones y la realización de la humanidad siempre han comenzado con una idea.