El destino generalmente se considera el que predetermina la vida de uno. Para que el destino cambie la forma en que uno vive, se supone que el destino en sí mismo debe ser cambiado o alterado. Esto no puede suceder sin los esfuerzos activos de la persona interesada.
La gente cree que el karma pasado proyecta nuestro destino, que da forma a la vida y nos guía a través de un curso / camino predeterminado en la vida. No todo el karma pasado debe causar algún efecto en la parte presente o futura de nuestra vida, ya que también depende de ciertas condiciones causales. A través de un comportamiento disciplinado modificado, podemos alterar y cambiar nuestra manera de ver las cosas y nuestra reacción a ellas. Podemos alterar las condiciones causales y anular los efectos que se supone que traen el karma pasado. Por lo tanto, podemos alterar el destino en sí mismo y de esa manera la forma en que vivimos. Siempre sucederá con nuestra conciencia y participación activa y contribución.