Un pescador pasó 440 días en un pequeño bote en medio del mar abierto y sobrevivió
El 17 de noviembre de 2012, José Alvarenga se dirigió al mar abierto. Solo quería atrapar algunos tiburones y regresar en un par de días, pero su viaje de pesca duró aproximadamente 14 meses. Fueron 440 días de desesperación sin comida, agua fresca y gente.
Las películas populares nos cuentan historias sobre personas afortunadas que pasan muchos días perdidos en el océano y logran sobrevivir. Miramos películas tan emocionantes con gran interés, pero no creemos que sea realmente posible. ¡Y todavía lo es!
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El jueves por la tarde, 30 de enero de 2014, una pareja casada que vivía en una de las Islas Marshall escuchó un grito espeluznante. Corrieron a la playa y vieron a un hombre delgado y peludo en ropa interior harapienta. El hombre estaba tan agotado que no pudo pronunciar una palabra. Se tumbó en el suelo y repetía un nombre que aparentemente era suyo: “José, José”.
Algún tiempo después, después de que el pescador mejoró, contó una historia impactante de su supervivencia. Al parecer, José, un nativo de El Salvador, junto con su amigo Esekiel salieron del mar desde un pequeño pueblo en el sur de México, pero ya en la primera noche se metieron en una fuerte tormenta y perdieron el camino a casa.
Esekiel no fue tan afortunado como su amigo y murió de sed y hambre después de un mes de sufrimientos. Desde ese momento, el sol despiadado y el océano sin horizonte habían sido los únicos compañeros de José.
Para sobrevivir el hombre capturó aves marinas y tortugas; bebía agua de lluvia, sangre de tortuga e incluso su propia orina.
Un día vio un gran barco, pero la tripulación no lo notó y la desesperación del pescador se volvió casi irresistible. Incluso quiso suicidarse pero no tuvo coraje. Entonces, cuando el mar lo arrojó a tierra después de 14 meses, ¡fue el hombre más feliz del mundo!