Las mentes más grandes del mundo han considerado todos los problemas.
A la mayoría de ellos se les ocurrieron respuestas enmarcadas como conceptos o como listas de tareas.
La persona que considero la mente más grande del mundo vivió en Japón hace unos setecientos años.
Reconoció que casi todos tropiezan en una niebla de delirios.
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También se reunió con la descripción de las relaciones esenciales de la vida, en cinco palabras chinas.
Ya que estaba motivado para ayudar, agregó la palabra india para el respeto, la igualdad y el enfoque en las cinco palabras chinas.
Eso dio lugar a Nam Myoho Renge Kyo (transcrito a caracteres romanos). Luego comenzó a abogar por el uso de estas seis palabras como un mantra para optimizar las vidas de la humanidad.
La reacción del gobierno, y aquellos acostumbrados a las enseñanzas diluidas, o mal orientadas, inmediatamente trataron de matarlo. Lo intentaron tres veces más y lo persiguieron por el resto de su vida.
A pesar de todo eso, persistió, y logró su objetivo.
Otras grandes mentes han intentado decir una gran verdad. Muchos son perseguidos, ridiculizados, abusados. Solo aquellos que crean juguetes, o que aumentan el poder de algún grupo de interés especial, son honrados.