¿Vives a la altura de las expectativas?

Sí, estoy a la altura de las expectativas de mi madre. He logrado todo lo que quería y no podía estar más decepcionada.

Ella me llevó a compartir valores de bondad para los menos afortunados. Ella me enseñó valores liberales y ver la igualdad como un camino hacia un futuro mejor y para valorar diversos puntos de vista.

Como una adolescente me enseñó que podía ser quien quisiera. No tuve que conformarme y no debería esperarme que comprometiera a ningún hombre. Ella me dijo que solo debería ser madre cuando fuera el momento adecuado para mí.

Ella esperaba que yo recibiera una buena educación y lo hice. Ella esperaba que yo siguiera una carrera y lo he hecho. Ella siempre parecía aprobar mucho más de cualquier carrera que exploré que estaba dominada por hombres. Cualquier tipo de STEM.

Hasta los 20 años, parecíamos compartir un objetivo común, pero cuanto más me acercaba para alcanzar ese objetivo, más se alejaba de él.

Cumplí con cada una de sus expectativas y ella parece odiarlo, ya que estas ya no son sus expectativas para mí.

Ella cree que mi educación fue un desperdicio, ya que mi trabajo de posgrado en Desarrollo Web no está relacionado al 100% con mi título de Diseño 3D.

Mi carrera es algo que minimiza al disminuir mi papel para los demás miembros de mi familia. Todo lo que hago todo el día es preocuparme por Internet con mi novio: trabajamos en la misma oficina.

Los días en los que trabajo de forma remota son simplemente, en su mente, días en los que debería estar haciendo un trabajo real.

Políticamente, me acosa de intentar entender por qué no apoyé a Brexit y admira a gente como Trump y grupos como Britain First.

Ella no puede entender por qué no estoy casada y está confundida de que no quiero ser madre.

Esto puede sonar como un cambio increíblemente drástico en la personalidad, pero en retrospectiva, creo que fue su forma de asegurarse siempre de que el poste de la meta fuera del alcance, así que nunca me sentí lo suficientemente bien.

Ella solo cambió de opinión cuando empecé a tener éxito.

La mayoría de las expectativas que tengo de los demás y de mí mismo no son realistas. Cuando no se cumplen mis expectativas poco realistas, me siento herido, frustrado, decepcionado, infeliz y enojado.

Trato de ser amable y generoso, y cuando me quedo corto, me recupero lo mejor que puedo. Y tenga en cuenta que una enmienda es un cambio, no una disculpa, aunque una disculpa sincera también es algo bueno.

Sobre todo trato de ser doble honesto. No solo honesto con los demás, sino también honesto conmigo mismo. Esa es la parte difícil. Deseo vivir con integridad, mostrar siempre mi verdadera cara y verla en el espejo.

Por cierto, nos vemos en el espejo que son los ojos de otras personas. Alguien dijo eso una vez, pero no recuerdo de quién lo robé.