¿Por qué comparamos todo?

El primer hombre en comparar las mejillas de una mujer joven con una rosa fue obviamente un poeta; el primero en repetirlo fue posiblemente un idiota”
– Salvador Dalí.

Salvador Dali lo cuenta tan bellamente, nunca te compares con nadie ni con nada.
Una vez que traigas el cambio en ti mismo, dejarás de comparar cualquier cosa con cualquier cosa o persona en la vida.

Cree en ti mismo que eres único; Nadie puede ser como tú. Si es un hábito, cámbielo.

Esto es algo que aprendí de mi padre y desde la infancia nunca me he comparado con nadie ni aspirado a ser alguien, ni he comparado nada a mi alrededor con nada más.
Soy mi propio favorito
Esto traerá un gran cambio, ya que aumenta su,

  1. ¡Confianza!
  2. ¡Actitud!
  3. ¡Persona!
  4. ¡Su vida!

Eres tu propio héroe. Has nacido único. Una vez que traigas este cambio en ti, dejarás de comparar cualquier cosa y todo en la vida.
De ahí mi amigo, ‘Nunca compares’.

En primer lugar, solo comparamos cosas materialistas (como dinero, productos físicos, altura, peso, etc.). No podemos comparar los valores de la vida como el amor, el dolor, la belleza, las relaciones, etc. Nunca se puede decir eso entre su compañero de vida y su hijo o hija a quien ama más.
En segundo lugar, comparamos básicamente para establecer el hecho de que algo es más o menos que otro.