Hay tanto.
El respeto. Las artes marciales deberían enseñarte a respetar a los demás.
Atención. Un buen artista marcial se centra en la tarea en cuestión y nada más. Ya sea que se esté enfocando en una técnica, forma o movimiento, aprende a enfocarse en eso con el objetivo de mejorar.
Las artes marciales también nos enseñan a enfocar nuestra energía. En lugar de tener sus pensamientos dispersos por todo el lugar, le enseña a enfocar sus pensamientos de manera más productiva.
- ¿Cuál es la lección número 1 que aprendiste como dueño de un negocio?
- ¿Cuál es el peor error que has cometido en la vida y, si tienes la oportunidad, definitivamente lo deshacerás? ¿Qué podemos aprender de tu error?
- ¿Qué debería ser lo más importante para todos los mayores de dieciocho años?
- ¿Qué es lo más inhumano que has visto?
- ¿Cuál es un incidente que cambió tu visión de la vida y te convirtió en una persona diferente?
Persistencia. Las artes marciales te enseñan a superar tus desafíos y enfrentar los desafíos de frente.
Humildad. Las artes marciales te enseñan a nunca subestimar a tu oponente. También te enseña a reconocer las fortalezas de otras personas. Esto genera buenas relaciones laborales en el mundo real. Puedes ser competitivo, pero respetuoso.
La capacidad de aprender y hacer. Las artes marciales te enseñan cómo aprender y cómo hacerte preguntas y hacer.
La vida es un viaje. Las artes marciales nos enseñan que no es el destino, sino el viaje. Esto se puede aplicar a todas las facetas de la vida. El viaje de 1000 millas comienza con un paso.