No hay tal cosa como nada.
Nada tiene mucho más de lo que podemos imaginar vagamente. Podemos desenredar todas las cosas en nada solo a través de experimentos e instrumentos muy intrincados. Sabemos que hay algo en eso, pero no podemos verlo.
Si miramos al cielo nocturno, vemos cosas que son mucho antes de tiempo. No está “muerto” pero puede parecer que no existe. Los agujeros negros son tales cosas. Todo entra en un agujero negro y reaparece en otra dimensión como antimateria. Sin embargo, está ahí. Podemos verlo? No.
Los eventos del pasado han terminado pero se registran y capturan en pinturas, poesía, arte, letras, arqueología y artefactos. Podemos reconstruir estas imágenes de manera muy precisa, utilizando el conocimiento y la lógica. Vemos estas cosas de tiempos pasados por inferencia.
- ¿Por qué no soy feliz con mi vida?
- ¿Cómo podemos acercarnos a la teoría de todo?
- ¿Qué es lo que haces que te calma y relaja?
- ¿Ha tenido un antiguo ateo un encuentro sobrenatural y creído en el dios de la Biblia?
- ¿Qué haré si he perdido la fe en mi religión? Estoy confundido, ¿qué debo hacer?
Sabemos a través de las matemáticas que el tiempo ha pasado 14.5 mil millones de años. Sin embargo, podemos retroceder en el tiempo hasta ese mismo punto donde todo comenzó. Desde ese punto y antes de eso hay un signo de interrogación. Algún día sabremos cómo sucedió todo.
Todo existe
Nada se desvanece en nada.
Porque nada tiene muchas de las grandes respuestas ocultas.