Los acontecimientos actuales en Brasil me llamaron la atención una simple prueba de que el tiempo o la libertad valen más que la riqueza mundana.
Verá, la policía y los fiscales públicos brasileños están desentrañando una increíble red de corrupción y presentando pruebas sólidas de crímenes cometidos por políticos, empresarios e intermediarios.
Enfrentados con evidencia inequívoca, y sabiendo que los fiscales o la policía no serán sobornados y que los jueces no están en condiciones de ignorar todos los hechos y declararlos inocentes o, alternativamente, sentenciarlos a penas de prisión, la gran mayoría de las personas involucradas está tratando de llegar a un acuerdo con los abogados públicos para disminuir o evitar el tiempo en la cárcel.
Están tirando montones de dinero escondido en el extranjero o en negocios legítimos.
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Si se quedaran callados, probablemente perderían algo, pero no todo, porque el Gobierno no es capaz, en este momento, de rastrear todas las cuentas bancarias en el extranjero, ni de probar que algunas empresas fueron financiadas por lavado de dinero. Conozco toneladas de grandes casos donde los investigadores nunca encontraron el dinero (cuando la ley prohibía los tratos).
Sin embargo, estos crininales llegan a un acuerdo tras otro para reducir el tiempo en la cárcel.
El tiempo y la libertad son, obviamente, activos mucho más valiosos.
Creo que la mayoría de nosotros desperdiciaríamos dinero para tener más tiempo, si estuviéramos seguros de que renunciar a la riqueza nos llevaría a vivir más tiempo o ser libres.
