Todo es importante en la vida, depende de nuestra comprensión en qué enfocamos nuestra atención y a qué oa quién le damos prioridad.
Nada en la vida carece de importancia y todo en la vida tiene significado e importancia y todo sucede por una razón. El equilibrio se mantiene por el mal aspecto de todo. La razón por la cual los buenos recuerdos parecen tan buenos es el reconocimiento y testimonio de los malos recuerdos. Los malos y buenos recuerdos son como la longitud de onda fluctuante, retrocediendo de un lado a otro, pero manteniendo el equilibrio. Tan bueno o malo, ambos alcanzan y extraen significado y propósito viables uno del otro.
Lo más importante es nuestra vida y cómo la apreciamos y vivimos, y hacia qué la dedicamos. Todos viven por una razón u otra, la mayoría son egoístas, pero aquellos que viven enamorados de todo por igual están iluminados. Nada excede nuestra capacidad mental para pensar, pero eso es lo que queremos realizar y mantenernos atrapados con las tareas y fenómenos cotidianos mundanos. La vida es mucho más grande y se trata de cosas muy importantes si abrimos los ojos y miramos más allá del alcance de nuestra percepción.