1) No discutas tus problemas con la gente. Porque de alguna manera te hace una persona más débil a sus ojos. Otros pueden decirte lo contrario, pero sé fuerte. Si es posible, resuélvelo tú mismo, de lo contrario, dale tiempo y reflexión, y casi siempre aparecerá una respuesta.
2) Los humanos son inherentemente malos. La mayoría de los humanos nacidos no son personas, sino imbéciles. La mayoría de los que te rodean te fallarán sin razón alguna. Así que recuerda esto siempre que quieras sacrificar tus estudios (u otras prioridades) por el bien de tus ‘amigos’.
3) Dejar ir, o ser arrastrado. Recuerda este proverbio Zen para la vida si no quieres ser perennemente taciturno.
4) No seas bueno todo el tiempo. De lo contrario, la gente se aprovechará de ti, te usará como un pañuelo para sonarse la nariz y te arrojará al borde de la carretera, lo que básicamente significa que te lastimarás.
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5) A nadie le importa, a menos que seas popular, bonita o muerta. Incluso los que te rodean, tus amigos y simpatizantes. No significa que todos sean malos; solo significa que también tienen que preocuparse por sus propias vidas. Por lo tanto, no se preocupe demasiado por el aspecto, las calificaciones y otras cosas SI le preocupan las opiniones de otras personas.