Estoy de acuerdo con otras respuestas aquí. Sí, hay muchas personas que no son aptas para ser padres; y algunos de ellos nunca lo harán debido a las condiciones que tienen. Pero tratar de controlar artificialmente la procreación también puede convertirse fácilmente en un gran problema:
Primero, la gente ve la procreación como un derecho básico, por lo que sería un gran problema tratar de convertirlo en un privilegio.
El segundo obstáculo es desarrollar criterios y pruebas lo suficientemente robustos para eliminar a la mayoría de los posibles padres “malos” sin demasiados falsos positivos. Puede resultar ser una tarea formidable, si no imposible.
Finalmente, hay un problema de logística. ¿Dónde obtiene suficiente mano de obra capacitada para emitir tales licencias, ya que necesitaría examinar minuciosamente a miles, si no a decenas de miles de personas diariamente? ¿Cómo se previene el abuso y la discriminación en el sistema? ¿Cómo va a hacer cumplir las leyes de licencia?
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Con todo, convertir la procreación en un privilegio, la OMI, puede convertirse fácilmente en la cura proverbial que es peor que la enfermedad en sí misma. Sería mucho más factible y razonable invertir en mejores servicios de protección infantil y un sistema de cuidado de crianza, en lugar de “nacimiento” licencias “.