¿Has conocido a alguien que tome una decisión que arruinó el resto de su vida?

“Arruinado” es un adjetivo difícil de aplicar a la “vida” hasta que esa vida termine, pero diría que mi padre tomó dos decisiones muy perjudiciales: la primera, ignorar a sus muchos empleados y socios comerciales que le advirtieron a su primo y socio comercial fue a arruinarlo; el segundo, descuidar su salud. Ambos podrían haber tenido mejores consecuencias si las cosas hubieran estado más cerca de lo que él pensaba. Mi (tardío) ex no dejaba de fumar en cadena incluso cuando me diagnosticaban enfisema; Murió de cáncer de pulmón hace un año y medio. He conocido a dos mujeres que repetidamente tomaron decisiones deliberadamente autodestructivas porque tenían que tener drama. La primera, una persona genuinamente enferma, murió en 1991. La segunda falleció a la edad de 70 años después de haber arruinado la vida de muchas * otras * personas mientras se libraba de los rasguños en los que se había metido. Por mi parte, la decisión más destructiva (falta de) que tomé fue no verla por la pequeña perrita que era décadas antes. Pero no considero mi vida como arruinada.