El objetivo final de los humanos es ser humanos: la capacidad de expresar compasión no solo dentro de nuestra propia especie sino a todos los demás con los que compartimos el planeta. Cuando respetamos a todas las demás especies, podemos entender lo que significa ser humano.
Un fallo reciente en Nueva Zelanda ha otorgado a uno de sus ríos más grandes una designación legal de entidad viviente. Los neozelandeses indígenas han presionado durante mucho tiempo por este fallo porque ven a su nación isleña como una entidad viva a la que pertenecen en lugar de poseer. Los neozelandeses, como la mayoría de las culturas indígenas, se identifican como parte de todos los seres vivos, y no como parte de ellos.
Esta precedencia legal en Nueva Zelanda es un cambio de paradigma en nuestra forma de pensar lo que significa ser humano. Hasta que veamos a toda la Tierra como un ser vivo que merece respeto, cuidado y compasión, los humanos continuarán faltando el respeto no solo a nuestro planeta, sino a todas las especies que se encuentran en él como ‘cosas’ o bienes muebles para nuestras propias necesidades egoístas.
Aspiramos a ser humanos humanos, pero todavía no estamos allí.
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