¡La microgestión nunca hace a las personas responsables de su trabajo!
Digamos que le pides a alguien que construya un avión de papel y contrataste a un chico para hacer esto.
Si eres un buen gerente:
- Pregúntele si puede construir un avión de papel. Si no puede, pídale que hable con alguien que sepa cómo construir uno, o capacítelo.
- Asumiendo que él sabe cómo construir uno, dale todo lo que necesita.
- papel
- tiempo suficiente
- tijeras y otras cosas.
- Consulte con él de vez en cuando para ver cómo le va; si se atasca, asegúrese de que reciba ayuda.
- Sal de su camino; si no tienes nada más que hacer, lee esta respuesta 🙂
- Él termina su trabajo; trata el avión como su bebé. Él hace todo lo posible para que se vea mejor.
- Usted y el tipo que contrató comienzan a volar el avión y siguen haciendo cambios mientras juega con él.
Si eres un micro gerente:
- ¿Es la moral resultado de la emoción + lógica?
- ¿Cuál es el único caso en que la naturaleza le dio la paz y la felicidad que necesitaba?
- ¿Cuál es el significado de la vida? Todavía no podía entenderlo.
- ¿Prefieres una vida rápida o una muerte lenta y dolorosa?
- ¿Qué se debe hacer para hacer del mundo un lugar mejor para vivir?
- Pregúntele si puede construir un avión de papel. Si no puede, presiona el botón de pánico. Pídale que trabaje duro y hágale saber sobre los plazos. Comience a planificar hacia atrás desde la fecha límite, y hágale saber sobre sus experiencias irrelevantes, y cómo nunca tuvo la capacitación adecuada, aprendió todo por su cuenta (no es de extrañar, usted es un micro gerente 🙂
- Ahora que no tienes confianza (porque dijo que no puede construir un avión de papel):
- Dale un papel; antes de comenzar a trabajar en él, verifique cómo está usando el papel. Hágale saber que no puede desperdiciar papel.
- Pregúntele cuánto tiempo tomaría construir un avión y discuta con él que se puede hacer más rápido.
- Cuando comenzó a doblar el papel, le preguntas cuándo terminará el doblado. Él dice ‘x’ minutos; crees que es demasiado para doblar un papel. Discutirías con él y le explicarías cómo doblarías el papel. Finalmente le demuestras que tu forma de doblar papel es más rápida y eficiente. Saldrías de la reunión con la satisfacción de ahorrar algo de dinero para la empresa.
- Después de una hora, te sientes inquieto. Sientes la necesidad de volcar tus pensamientos creativos sobre alguien. Te acercas al tipo que está ocupado cortando el periódico. Le impides que haga eso y le dices que esa no es la mejor manera de hacerlo. ¡Entras y le explicas cómo sostener las tijeras y cómo cortar el papel para HACERTE FELIZ!
- El chico comienza a trabajar en el avión, perdió toda su confianza. Ya no le importa el avión. Él simplemente comienza a hacer lo que le has pedido. Él sigue pidiendo su opinión.
- ¿Puedo tirar este papel o lo vas a usar para tu lista de tareas pendientes?
- ¿Puedo tirar estas cosas a la basura?
- ¿Dónde debo guardar las tijeras después de usar?
- Te preocupa que se acerca la fecha límite, y parece que él no puede llegar a la fecha límite. Llamas a otra reunión y lo culpas por todo. Mientras ambos discuten, ven un avión de papel volando junto a la ventana. También ves que el buen gerente y el tipo que contrató están jugando con él. Te sorprendería cómo lo hicieron y comienzas a pensar que el tipo que contrató el buen gerente debe ser realmente bueno. Dejas de pensar y miras al tipo que contrataste; para su sorpresa, se ha ido! Salió a jugar con el otro gerente. Usted ve que él escribió algo en su bloc de notas. Dice “GRACIAS”.