¿Dónde está la diversión y el hada como me prometieron cuando era niño? ¿Por qué tengo que trabajar para obtener cada cosa?

Los cuentos de hadas de la infancia fueron divertidos, interesantes y, a medida que crecía, fue la Esperanza lo que te hizo esperar otro sol brillante.

Solo recuerda tu infancia:

  • Tenías que voltearte de lado un poco después de 3 meses. Tuve que acostarse boca arriba entre 4 y 5.
  • Tuve que caminar sobre tus cuatro patas como un niño pequeño.
  • Tuve que hacer esfuerzos para sentarme
  • Tuve que estirar su pequeña palma para tirar de algo.
  • Tenías que aferrarte a algo para intentar ponerte de pie.
  • Había fallado muchas veces, en tus intentos de caminar.
  • Tuve que murmurar algo de confusión como tu primera charla.
  • Lloraste como el infierno en tu primer día en la escuela. Más tarde, te acostumbraste.
  • Pasaste de la clase 1 a la 12 y a la universidad. Todo el tiempo tuvo que hacer el mejor esfuerzo y, a veces, más para obtener un par de puntos más que su compañero de banca.
  • Tuviste que realizar al menos 50 candidatos impares para obtener un trabajo de tu agrado.
  • Necesitabas correr la carrera de ratas por rendimiento y ser más astuto que tu colega.
  • Tenías que sonreír incluso cuando tu jefe te gritó.
  • Tenías que convertirte en un dolor para algunos, ser un desgarrador, sí, hombre para promociones.
  • Usted se vio obligado a ser estricto con sus juniors y ser responsable ante la gerencia.
  • A veces, tenías que pasar largas horas en la oficina para ocupar el asiento de tu jefe.
  • Te saltaste el almuerzo muchas veces, olvidaste dormir, sin darte cuenta del tiempo en que estabas creciendo en tu carrera.
  • Tenías que tener un saldo bancario decente al momento del matrimonio.
  • Después del matrimonio, la presión era de dos maneras y, sin embargo, aprendiste a equilibrarlas.
  • Una vez que tuvo hijos, le importó tanto, que a veces, puede haber pensado en dejarlo, pero aún así ejerció presión como una cocina de prestigio porque conocía sus responsabilidades.
  • Su esposa se vería drogada cada vez que llegara tarde del trabajo y su CEO hubiera estado escupiendo fuego, si alguna vez llegara tarde a las reuniones de la mañana.
  • Sobreviviste a todo eso porque creciste con determinación, más determinación hasta el momento en que la determinación se convirtió en parte de ti.
  • Por último, te olvidaste de los cuentos de hadas porque te diste cuenta de que así era, es y sería la vida real.

En última instancia, te convertiste o te convertiste en un gran éxito no porque poseías una varita mágica como en los cuentos de hadas.

Fue su gran esfuerzo, trabajo duro, inteligencia, actitud y cultura laboral lo que lo hizo exitoso y lo trajo, toda la gloria.

Mira, tenías que trabajar en cada punto para alcanzar el siguiente nivel en la vida.

Vive tu vida real y disfruta cada momento de ella.

Gracias por A2A.