¿Qué lección quieres enseñar a tus hijos?

¿Qué lección quieres enseñar a tus hijos?

Una lección? ¿Sólo uno?

“¡No seas un imbécil!”

Parece una tontería decirlo, pero lo digo en serio. Cuando te mudes y consigas un trabajo, no seas un imbécil. Escuche los consejos de colegas más experimentados. Se amable. Pero defiéndete y lo que sientes es correcto. Defiende a las personas que no pueden defenderse por sí mismas, por cualquier razón, si estás en condiciones de hacerlo. Agradezca a las personas por su tiempo y sus consejos o aportes, incluso si no está de acuerdo con todo. Te dieron su tiempo y atención.

No prometas cosas que no puedes cumplir.

En una relación, no seas un imbécil. Sé solidario, sé comprensivo. Sé justo. Comprende que una relación no es una competencia. Si haces que tu pareja se sienta miserable, será mejor que actúes juntos o ella (o él) tarde o temprano te abandonará. No pretendas ser diferente de la forma en que realmente eres. Las personas que no te quieren por lo que eres no valen tu tiempo, de todos modos no están en una relación.

Si eres padre: no seas idiota. Los niños pueden ser muy, muy difíciles, especialmente cuando son adolescentes. Trate de mantenerse justo, acepte que los cerebros de los adolescentes todavía están en constante cambio y que necesitan terminar de reorganizar las diversas partes. Trate de no perder los estribos más de lo necesario.

En general, trata de no ser un imbécil en todos los ámbitos de la vida.

Amabilidad

Esa amabilidad nunca es una debilidad.

Que la presencia de la amabilidad no indica la ausencia de fuerza.

La “regla de oro” (ama a tu prójimo como a ti mismo) es la regla de oro por una razón. Todo lo demás fluye de él. La respuesta de Daniel es esencialmente una interpretación divertida de la regla de oro. (No seas un gilipollas)

Nunca guardar rencores en función de cómo alguien o personas te trataron en el pasado. El perdón es divino y sigues con el corazón abierto de esa manera las bendiciones siempre estarán a tu alcance. Los rencores del pasado lastiman a la persona que más los soporta.