Me sorprende la pequeña cantidad de respuestas a esta pregunta tan crítica. Y no menos sorprendido por el número igualmente pequeño de lecturas.
Lo crítico dentro de esto es la precisión ‘enteramente’.
Es subjetivo porque no hay leyes en la naturaleza que establezcan necesariamente nuestro código de conducta. La psicología evolutiva puede no estar en contra de la moral, pero tampoco es su origen. El origen de la moral está en nosotros mismos, como humanos, no como meramente vivos. Todos sabemos que nuestra moral es nuestra moral porque queremos que sea, incluso si no sabemos por qué.
Por otro lado, tenía que ser subjetivo para tener sentido porque tiene que ser una cuestión de elección personal, o no sería una cuestión de moral de la que usted podría ser responsable. Sin embargo, después de la obligación moral de ser moral, viene la obligación de ser moral de acuerdo con la moral correcta, no cualquier moral que le guste o le resulte conveniente.
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Entonces, de nuevo, no puede ser ‘enteramente’ subjetivo porque no habría razón para que alguien obedezca una moral diferente a la suya, lo que haría imposible la vida humana en común porque no somos independientes, compartimos áreas de nuestras vidas , por lo que necesitamos una moral común o, en última instancia, prevalecería la más fuerte, a menos que se llegara a un consenso, en cuyo caso no sería “enteramente” subjetivo, qed
En la práctica, sin embargo, tal consenso nunca se ha alcanzado, como lo muestra el registro. En teoría, tenemos derecho a hacer lo nuestro sin ningún reparo moral, pero solo a riesgo de entrar en conflicto con personas de diferente moral. Por lo tanto, más de una moral es igual a ninguna moral: la conducta humana sería decidida por quien tuviera el poder de decidirla.
Eso puede usarse como argumento, no del tipo exigido por los científicos, pero no menos poderoso, para la existencia de Dios, quien sería la referencia definitiva, absoluta y necesaria , y nuestra tarea sería conocerlo y aprender cómo quiere que nos portemos bien. Es eso, o cada hombre por sí mismo, y buena suerte.
En resumen, la moral tiene que ser subjetiva para ser moral, pero no puede ser arbitraria porque eso la haría inviable. La solución es una referencia trascendente que no se impone, preservando así nuestra libertad, sino que hace que la moral sea coherente teóricamente y en la práctica lo hace posible buscándola honestamente, que es una de nuestras obligaciones morales absolutas.