Una buena vida no es aquella en la que tienes mucho, sino donde necesitas muy poco para ser feliz y contento.
Una buena vida es cuando aprendes a disfrutar cada minuto de ella. Cuando aprendes a ser feliz AHORA. Cuando te das cuenta de que no necesitas esperar algo fuera de ti para hacerte feliz en el futuro.
Una buena vida es cuando todas las personas que conoces asocian tu nombre o tu imagen con amabilidad, bondad, calidez y amor.
Solo piense cuán precioso es el tiempo que tiene para pasar con su familia o seres queridos y es por eso que cada minuto debe disfrutarse y saborearse.
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Una buena vida es inevitable cuando te mantienes sano, positivo y feliz. Cuando trabajas duro y nunca pierdes la esperanza.
Una buena vida es cuando estás abierto a las críticas y sigues aprendiendo todos los días. Cualquiera que deje de aprender es viejo, ya sea a los veinte u ochenta. Cuando sigues aprendiendo te mantienes joven y lo mejor de la vida es mantener tu mente siempre joven.
Una buena vida es cuando te rodeas de personas amorosas, felices, cálidas y genuinas.
Una buena vida es aquella en la que tienes a alguien con quien compartirla.
Una buena vida es cuando tu corazón está lleno de amor y tienes a alguien a quien darle ese amor.
Una buena vida es una serie de pruebas y errores y cuanto antes lo aceptes, mejor. Lo que parece un error para los demás ha sido un hito para mí. Incluso si la gente me ha traicionado, incluso si mi corazón estaba roto, incluso si me malinterpretaron o me juzgaron, me las arreglé para aprender de todo y nunca perdí la lección, incluso cuando perdí todo lo demás.
Somos humanos, tenemos defectos y todos cometemos errores, pero aprender de ellos, no perder la lección, es lo que marca la diferencia en el mundo.
Aprender las lecciones de la vida no se trata de hacer que tu vida sea perfecta, sino de ver la vida como debe ser.
Leí en algún lugar que alguien dijo:
“Una vida feliz es aquella que se gasta en aprender, ganar y anhelar”. Tiendo a estar de acuerdo …