¿Es normal comenzar a recordar tu infancia a los 30 años?

No puedo decir qué es normal en este dominio. Pero en mi experiencia, los recuerdos a menudo pasan a la clandestinidad durante muchos años. Cuando tenía cuarenta años, tuve que ir al hospital para una operación, y el anestesista me preguntó de antemano si alguna vez me había desmayado. Le dije que no, y un momento después recordé que me había desmayado una vez durante mi adolescencia. Tuve que volver a llamarla para decirle eso. Desde entonces, esa experiencia parece haberse convertido en algo significativo para mí. Mucho más recientemente, recordé un incidente de mi infancia anterior con una dimensión sexual. En un nivel, lo recordé porque probablemente podría haber respondido preguntas al respecto. En otro me había olvidado por completo, como si le hubiera pasado a alguien más. Nietzsche dice algo como esto: ‘Hice esto, dice mi memoria. No puedo haber hecho esto, dice mi orgullo. Al final, la memoria rinde. A medida que llegamos a la edad adulta, nos enfocamos en lo inmediato: las personas que nos rodean, las tareas que tenemos que cumplir, las esperanzas que queremos realizar y, inevitablemente, los recuerdos de la infancia se ahogan. A medida que nuestras vidas se estabilicen, pueden volver a nosotros.