¿Qué pasa si el conejo en la ‘Rabbit and Turtle race’ no era flojo?

La gente asumió que el conejo en la historia era perezoso cuando el conejo en realidad no era un individuo perezoso. Asumieron que el conejo era perezoso debido al hecho de que corría delante de la tortuga y luego tomó una pequeña siesta a unos metros de la línea de meta.

Además, el conejo estaba seguro de que la tortuga no iba a atraparlo tan rápido como él, por lo tanto, tomó una siesta. El conejo creía que una tortuga nunca podría ganar la carrera con la velocidad con la que caminaba, por lo tanto, el conejo pensó: “Oh, ¿por qué no tomar una siesta? ¡La tortuga nunca me alcanzará de todos modos! ”Era la creencia de que la tortuga nunca podría ganar con su lenta velocidad lo que hizo que el conejo pensara que podía tomar una siesta y luego ganar.

Según la historia, lo que realmente está tratando de decir es que siempre que pienses que estás por delante de las personas, no confíes demasiado en tus habilidades, porque aquellos que pueden ser peores que tú pueden ponerte al día, trabajar más duro que tú, y luego te supera cuando menos lo esperas.

Además, se trata más de mejorar con cada paso en la vida real que en la historia. Los que están por delante de los demás pero nunca mejoran siempre terminan detrás de la tortuga de todos modos. Cuanto más mejore con cada paso, más rápido alcanzará a aquellos que mantienen el mismo ritmo.

¿De verdad quieres que el conejo no sea perezoso?

¿De verdad quieres que la tortuga pierda la carrera?

¿Realmente quieres que todas las tortugas lentas no se inspiren un poco en esta historia?

Esta historia, como la interpreto, es para todas las tortugas lentas que necesitan un pequeño empujón para poner sus esfuerzos. Que así sea, que se inspiren y tomen medidas lentas para superar sus incapacidades, compitiendo por los más capaces. Quién sabe, algún día eventualmente ganarán la carrera.

Deja que el conejo sea perezoso.

Deja que la tortuga gane la carrera.

Deja que se inspiren.

El conejo confiaba en que ganaría la carrera. Pensó que era seguro tomarse un pequeño descanso y aún así ganar la carrera. Sin embargo, se demostró que el conejo estaba equivocado cuando la tortuga ganó la carrera.

Si el conejo empujó con fuerza y ​​no se tomó un descanso, habría ganado la carrera. Es lógica básica: si dos objetos se mueven a diferentes velocidades en la misma dirección, el más rápido estaría adelante.

El conejo no era perezoso, solo estaba demasiado confiado.