Pensar demasiado no se hace intencionalmente. Es la actividad de la mente. Debido a este proceso continuo, la mente siempre tiende a pensar en situaciones, las circunstancias por las que estamos pasando, nuestro pasado, principalmente preocupaciones futuras.
Debido a este profundo proceso de pensamiento, la gente no habla. Escuchan a los demás, forman ideas en su mente, a veces reaccionan ante la situación y, por último, simplemente piensan demasiado en la situación actual en lugar de comunicarse adecuadamente. Pensar en exceso puede resultar de:
- Depresión.
- Soledad.
- Miedo a ser juzgado.
- Falta de buenos amigos con quienes compartir tus problemas.
Este problema ocurre principalmente con introvertidos.
Como no pueden adaptarse a la multitud, la reunión social se vuelve difícil para ellos. Entonces, cuando lo hacen de manera no deseada, piensan demasiado.
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La razón principal detrás de pensar demasiado es el miedo a ser juzgado. La gente piensa lo que otros pensarán de ellos si algo sale mal en algún lugar / no puede hacer algo / no puede expresar sus puntos de vista.
También sucede cuando no nos sentimos cómodos con la persona opuesta, por lo que no podemos pedir claridad. Podemos dudar en compartir nuestros pensamientos y finalmente a sabiendas o sin saberlo, el cerebro comienza a pensar demasiado.
Todo este pensamiento excesivo conduce a la complicación de las cosas.