Cualquier meditación vuelve a cablear el cerebro.
Recuerde, todos los días ya estamos meditando sobre algo. Eso ya ha reconectado nuestro cerebro. La cosa es que generalmente meditamos sobre cuántas personas nos quieren, qué piensan las personas de nosotros o cómo algo no funciona para nosotros.
El cerebro se reconecta fácilmente siempre que los ingredientes lo ayuden a alcanzar la capacidad de expansión. Hay un estudio que muestra que el cerebro se puede cortar por la mitad y la otra mitad, si se entrena adecuadamente, puede volver a cablear y asumir las responsabilidades de la mitad faltante.
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Si meditas profundamente en un problema, experimentarás el problema.
La pregunta más importante es “¿En qué medito profundamente para la contribución más productiva, compasiva y vital?”
Ahora eso te ayudará a meditar profundamente y, sin duda, volverá a cablear el cerebro.