La vida me inspira a escribir. Cuando me senté a escribir mi primera novela en 2000, fue una culminación de experiencias mezcladas con ficción. Muchos escritores escriben lo que saben. Y lo que no saben, tienen un deseo ardiente de entender mejor. La inspiración viene en muchas formas, y me imagino que todos los escritores tienen sus propios métodos para inducir la creatividad. La gente me inspira. Me gusta entender qué los hace funcionar y por qué se involucran en comportamientos específicos. Cuando salgo con parejas y / o amigos, siempre hago muchas preguntas. Comprender la condición humana y lo que nos hace únicos a cada uno de nosotros, me inspira a pintar una imagen colorida de estos hermosos personajes en la página. Las emociones pueden inspirar la escritura. Muchos en las artes crean su mejor trabajo cuando están en medio de una gran alegría o una gran tristeza. La mayor sensibilidad y la agudeza de la percepción se traducen en piezas catárticas en movimiento.
Pero nunca subestimes el poder del amanecer o una canción que te emocione hasta las lágrimas o la risa de tu mejor amigo. Son cosas simples que pueden moverte de maneras que nunca habías soñado. La inspiración no siempre debe provenir de un gesto audaz o de una experiencia que cambia la vida. Descubrí que mis mejores ideas han surgido mientras manejaba en automóvil compartido o me bañaba y paseaba a mis perros. En esos casos, he sabido escribir guiones de diálogos completos en mi cabeza. Por eso es bueno tener siempre el bloc de notas cerca. Nunca se sabe cuándo llega la inspiración. Por último, no busques demasiado para inspirarte. Usualmente es cuando no estamos buscando que lo encontramos.