Será la escena con Billy Bob Thornton y Halle Berry en Monster Ball. También la escena con Monica Bellucci y Clive Owen en Shot’em Up.
La primera es la escena de amor más apasionada, espontánea y loca que he visto en una película. Ambos actores lo interpretan de forma muy natural, y el hecho de que ambos personajes estén afligidos por la pérdida de las personas que aman los hace simpatizar mucho con ellos, y todo comienza de manera completamente impulsiva. Ambos personajes casi han perdido la razón para vivir, y en esta escena encuentran el nuevo significado entre sí. Además, no se trata solo de estas dos personas: esta es la escena central de la historia que tiene algo importante que contar en el contexto de la humanidad y la condición de la sociedad, lo que la convierte no solo en una gran escena de amor, sino en una verdadera obra maestra cinematográfica.
En el otro lado del espectro está la escena de Shot’em Up, que es completamente divertida y brilla en esa calidad. Toda la película es un tiroteo casi constante (aunque humorístico, inventivo e inteligente), y el personaje de Clive Owen no deja de disparar a las hordas de matones entrantes, incluso cuando hacen el amor con Monica Bellucci. Yo digo que es una burla genial.
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