Era la víspera de Navidad de 2007 y mi hijo y yo conducíamos hacia el oeste desde MA hasta el estado de WA. Estábamos haciendo un buen momento cuando, de repente, apareció una tormenta de nieve y tuvimos que encontrar un motel lo antes posible. Me detuve en la salida más cercana que me dijo que había un hotel allí y conduje 3 millas. El único hotel allí estaba cerrado. Estábamos en WY y no había otros lugares para ir. Hacía mucho frío afuera y estábamos fuera de suerte. ¿Ahora que?
Vi la oficina de correos en la ciudad y una camioneta se detuvo al lado. Le dije a mi hijo que iba a entrar y preguntarle a la persona si conocía un motel cercano. Una encantadora dama estaba allí y me dijo que la única que sabía estaba en la esquina. Cuando le dije que estaba cerrado, ella me dijo lo más increíble. “Ven a mi casa”. Inmediatamente respondí “¡No!” ¡No puedo hacer eso!. Ella regresó con la confianza de “Somos personas agradables” y me reí sabiendo que ella no era un problema. ¡Era Nochebuena y no queríamos entrometernos! Ella dijo: “Vamos, tienes que venir y estar caliente, hasta que la nieve se detenga”.
Sin otra opción ni a dónde ir, seguimos a esta agradable dama y su esposo a su casa, que era bastante acogedora y la hospedamos a ella y a sus 4 hijos en esta pequeña ciudad. Ella tenía dos sillones y nos acurrucamos en ellos decididos a no interferir con su noche. Cocinaron y compartieron una pizza y luego leyeron una historia a los más pequeños mientras nosotros también escuchábamos, mientras yacíamos en el sofá.
A las 7 de la mañana les dijimos que estábamos en la carretera. Nos sentimos muy mal, pero nos animaron a quedarnos! No queríamos hacerlo, ya que nos sentimos horribles de haber intervenido. Presionó un regalo en mi mano cuando salí, que era realmente algo que no esperaba. Era una loción que le habían dado sus hijos. Estaba abrumada por su amabilidad. Su nombre era estrella. Venimos del este. Nos mantuvimos en contacto durante varios años, pero a medida que avanzamos, hemos perdido el contacto. Pero su amabilidad no ha sido olvidada. Ella fue mi ángel navideño y siempre lo será.