La risa puede ser provocada por la tensión emocional en una situación (por ejemplo, cuando alguien más experimenta indignación, nerviosismo, rectitud, etc.). Con frecuencia me río cuando relato historias sobre cómo mis padres humillaron a otro niño, principalmente porque contar estas historias me haría volver a experimentar el alivio que sentí cuando su crueldad no fue dirigida hacia mí. Con el tiempo, sin embargo, he aprendido que otras personas no encuentran esas historias divertidas, por lo que ya no hablo de ellas.
Trate de contener su risa cuando otras personas experimenten algún tipo de desastre personal. Si alguna vez ha tenido la experiencia de que alguien se ría de su propia desgracia, recordará la sensación de que solo hace que todo parezca peor. Cuando se trata de llevarse bien con otras personas (y ser educado con las personas que no conoce), no solo es más efectivo sino que también es mucho más sencillo si actúa hacia otras personas de la forma en que le gustaría que actúen hacia usted.