¿Qué se siente cuando alguien cambia dramáticamente tu vida?

Hace un tiempo salí de una relación realmente poco saludable que dañó mi capacidad para interactuar con personas en un nivel emocionalmente cercano. Entonces conocí a este chico. Era dulce y peculiar de todas las maneras correctas. Inicialmente, realmente no lo apreciaba tanto como debería, y dejé que mis problemas me impulsaran a atacarlo casi a diario.

Pero durante los siguientes meses realmente comencé a ver que estaba siendo increíblemente estúpido por tratarlo como si lo fuera, y comencé a hacer un esfuerzo constante para cambiar la forma en que actuaba a su alrededor. Las cosas no funcionaron de forma romántica para los dos, pero seguimos siendo muy buenos amigos.

Recuerdo esto una vez después de que termináramos: estaba teniendo algunos problemas neurológicos muy graves y necesitaba ir a un hospital local para que me hicieran un análisis de sangre después de que mi IRM se recuperara. No tenía un coche, y soy el mayor idiota cuando se trata de agujas, así que lo llamé para pedirle que me llevara. Tan pronto como le dije lo que necesitaba, dejó caer lo que estaba haciendo, salió del trabajo, se subió a su auto para recogerme y me llevó al hospital. Se quedó conmigo una hora en la sala de espera y luego regresó conmigo cuando me estaban extrayendo la sangre.

Nos sentamos en su auto para hablar un rato después y recuerdo que sentí una abrumadora gratitud porque sabía que solo un año antes no habría tenido la fuerza para pasar por una enfermedad como esa, y no lo haría. He tenido un amigo tan increíble a mi lado. Ni siquiera sé cómo describir cómo me sentía en ese momento. Era esta sensación de alegría y aprecio, pero también de preguntarme “¿Por qué yo?”, Excepto que en lugar de preguntarme por qué me estaba pasando algo tan malo en mi vida como el que había tenido el año anterior, me preguntaba qué fue lo que hice. Tan grande como para hacerme merecer a un amigo como él. Darse cuenta del cambio que me había ayudado a lograr en mi vida fue uno de los momentos más felices que he experimentado.

Nuestras mentes a menudo se atascan en una rutina, o nos volvemos dependientes de sustancias como el alcohol, los alimentos o las drogas, o los patrones de comportamiento como las compras, los juguetes tecnológicos, el auto abuso, etc.

La mejor manera de romper este ciclo de hábito y / o dependencia es el amor. La liberación de endorfinas y el recableado mental que ocurren durante este período pueden cambiar nuestras actitudes y patrones de comportamiento.

No tiene que ser un compañero, puede ser un niño, un amigo, una mascota o incluso un sustituto del amor (respeto, admiración).

Lo que es importante es que cuando esto te sucede, lo ideal es que tomes una mano conscientemente en el recableado.