¿Cuándo has llorado más en tu vida?

Vine a sorprender a mi papá en su cumpleaños. Al día siguiente, en la mañana, mi padre, el hombre más sano que conozco sin un cabello blanco en la cabeza, literalmente cae muerto.

Lloré (y lloro) porque mi corazón está roto. Porque el amor de mi vida se ha ido. Porque toda mi fuerza dejó mi cuerpo con él. Porque el encanto de mi vida desapareció. Porque todos mis sueños de hacer tantas cosas con él y para él están destrozados. Porque lo amo tanto que duele y nunca le dije lo suficiente que significa para mí. Porque me arrepiento de no haber hecho lo suficiente por él. Porque me pregunto si alguna vez lo hice orgulloso.

Porque lo dejé solo en un cajón de un congelador en un hospital durante dos noches cuando nunca me dejó solo NUNCA hasta que mi hermana pudiera volver a casa. Porque se sintió tan frío cuando lo toqué por última vez. Porque pensé que era inmortal y que nos sobreviviría a todos. Porque ahora veré a mi mamá sin él y eso me recuerda constantemente que está muerto. Nunca lo oiré reír de nuevo como un niño pequeño. Porque nunca me vuelvas a llamar bacchu. Porque me despierto y me doy cuenta de que se ha ido y no es una pesadilla sangrienta.

Por encima de todo, lloro por mi propia impotencia de que murió en mis brazos y no pude hacer nada para salvarlo, ni tampoco puedo recuperarlo.

Cuando mi doxie de rescate de 8 libras más favorecido falleció. Probablemente estaba cerca de los 14 años y, a pesar de la epilepsia bien controlada y los ojos azules de sus cataratas, estaba lleno de vida brillante. Más personalidad que la mayoría de las personas que he conocido y verdaderamente empático para mí. Se había sometido a una limpieza dental simple que no debería haberse graduado en cirugía de vesícula biliar de emergencia. Mientras sobrevivió a este horrible procedimiento, sucumbió a una pequeña cantidad de líquido en un pulmón que empeoró, llenó el pulmón y lo habría mantenido en un respirador de por vida. Cuando lo dejé ir me permitieron abrazarlo. A pesar de la copa de oxígeno que tenía que sujetar a su boca, quería darme unos besos secos y con entusiasmo miró hacia la puerta y me devolvió dos veces. Él sólo quería ir a casa. Le mentí y le dije que íbamos a casa a dormir la siesta en la cama grande mientras dejaban que el sueño goteara en su IV y luego la droga para detener su poderoso corazón. Me senté con él mientras se ponía fresco. Sentí que lo decepcionaría aunque sé que aunque él supiera que me perdonaría. Esto fue hace 3 meses y sé que el tiempo lo hará más fácil, pero siempre tendré ocasiones con lágrimas. Te quiero Scooby.

Cuando me di cuenta de que me había robado mi propia felicidad.