¿Cuál es la mejor lección que puedes recordar de la escuela?

Esta es una lección de mi escuela secundaria. Tuve un gran profesor de historia, que también era conocido por comenzar las lecciones con una charla sobre temas no relacionados con la historia: hablar sobre sus animales, eventos recientes o asuntos personales, darme cuenta de su retraso y cambiar a la historia. Esas charlas a menudo eran ridículamente divertidas, por lo que todos las querían y a nadie le importaba perder entre 10 y 15 minutos.
Un día él estaba tomando sobre el dinero. No recuerdo los detalles, pero en algún momento nos preguntó qué haríamos si de repente ganáramos mucho dinero.
Y escuché a cualquiera que tuviera alguna respuesta. Hubo personas que dijeron que obtendrían una buena casa, algunos iniciarían un negocio, muchos gastarían una pequeña cantidad en viajes o algunos bienes e invertirían el resto. Un hombre, llamémosle Luke, dijo que se conoce a sí mismo y sabe que lo gastaría todo en alcohol, y sabíamos que es muy probable que sea cierto. Asumimos que esto no tiene nada que ver con la historia, pero resultó que estábamos equivocados. La lección de hoy fue sobre la Gran Depresión en los Estados Unidos – Wikipedia. El maestro nos explicó qué era y qué personas pasaron cuando sucedió. Al final, recordó todas las respuestas que le dimos antes, repasó la clase, señaló a todos los que respondieron y dio comentarios como:

  • “Has perdido tu trabajo y vendes todas tus posesiones para conseguir algo de comida, incluida tu casa”
  • “Su negocio ya no existe, sus clientes dejaron de pagarle, los nuevos no pueden costearlo y usted se queda con una gran deuda”
  • “Todas sus inversiones perdieron cualquier valor. No tienes nada”

Esas fueron las mejores y más personales lecciones que he tenido en la escuela. Escuchar una crisis en un país remoto que ocurrió hace 100 años es una cosa, pero que le digan que su propia idea de vida puede ser aplastada en segundos es completamente diferente. Pero no es todo todavía.

En el último escritorio estaba Luke. Una vez que el maestro vino a él, no supo qué decir. Pero Luke lo hizo. Él sonrió y dijo: “nadie me quitará el alcohol y mis recuerdos”. Toma lo que quieras de él, pero es una de las pocas lecciones que aún recuerdo.