Supongamos por un momento que puede haber dos respuestas posibles a esta pregunta:
1. No hay vida después de la muerte.
2. Hay vida después de la muerte.
En primer lugar, conocer la respuesta “definitiva” eliminará todos los debates que han tenido lugar durante cientos de años. Esto, a su vez, dará lugar a debates entre Religión y Ciencia, mucho más intensos.
Si hay vida después de la muerte, entonces:
- Comenzaremos fijando situaciones en ‘nacimientos previos’ y ‘destino’, y palabras como karma se usarán con más frecuencia.
- Estaríamos menos preocupados por morir. El miedo a morir se reducirá en intensidad, sabiendo que seguiremos existiendo.
- Aunque, si se sabe que renaceremos de una forma diferente, humana o animal, la situación seguirá siendo la misma. Porque, aún temeremos la muerte, y esencialmente trataremos de evitarla. Pero, las personas pueden recurrir a las buenas acciones para obtener una “buena vida” en el próximo nacimiento.
Si no hay vida después de la muerte, entonces:
- ¿Mentir objetivamente es moralmente incorrecto como afirman los apologistas religiosos?
- ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué esfuerzos estás haciendo para cumplir tus sueños?
- ¿Cuál es el principal avance de la filosofía en las últimas dos décadas?
- ¿Cómo se puede reconciliar la política con la honestidad?
- ¿Cuál es la relación exacta entre la música del sur de India y las matemáticas?
- Tendremos más miedo de morir, porque será un fin definitivo. Saber que dejaremos de existir nos obligará a hacer todo lo que podamos para llegar a ser “algo” hasta que muramos.
- La gente se volvería más despiadada en su enfoque. Muchas personas hoy en día creen en el karma y evitan lastimar a otras personas o, de hecho, a los animales por la misma razón. Si no hay reciprocidad en la próxima vida, la gente se volvería un poco más materialista. Aunque nuevamente, esto depende de saber si el sistema de karma funciona en la vida o no.
No creo que tener una respuesta sirva de nada. Planteará más problemas que resolver.