No se aprende nada de las palabras de sabiduría hasta que se pone en acción, es decir, los cambios realizados en nuestra percepción debido a la aceptación de la verdad en esas palabras.
Una persona puede leer todos los libros de sabiduría que puede encontrar, pero no lograría una fracción de la sabiduría de la persona que lo ha puesto en práctica. Por ejemplo, la Meditación es la acción donde pones la teoría en práctica, donde profundizas en el significado interno de esas palabras y lo integras en tu vida y tienes tu propia experiencia de la verdad.
Siempre hay “acción (incluso) en Inacción”, como dijo el señor Krishna en el Bagavad Gita, que ningún hombre normal puede permanecer en un estado de inacción, ni siquiera por un segundo, por ejemplo, un yogui en meditación profunda parece no hacer nada. Acción, pero sus pensamientos están llegando a todos los rincones del mundo, difundiendo la paz.
Otro ejemplo es cuando rezas (pensamientos repetidos), ¿hay alguna acción? No, pero sí, crea muchas formas de pensamiento que realizan el objetivo deseado y, por lo tanto, cuanto más cargados y concentrados estén los pensamientos (o las oraciones), más rápido le darán el resultado.
Vivimos en un mundo de causa y efecto, karma. Los pensamientos también son una causa, lo que daría como resultado un efecto, por lo tanto, una Acción. Entonces, la acción es lo fundamental para todo lo que es acción física y acción inacción (acción mental).