Cómo aceptar un mundo gobernado por la ley universal del engaño.

¿Cómo aceptaron las personas de buena voluntad que viven en el siglo XIX un mundo donde la esclavitud era común, el colonialismo era rampante, las mujeres tenían pocos derechos, los homosexuales se enfrentaban a la ejecución y las minorías religiosas se enfrentaban a la persecución?

Vivieron sus vidas, haciendo lo que pudieron, donde pudieron, e intentaron de alguna manera lograr un cambio. Su trabajo es nuestro legado.

En la medida en que veas el mundo como malo hoy, haz lo que puedas lograr, lo que será un legado valioso para aquellos que aún no han nacido.

Ofrézcase como voluntario o haga donaciones a organizaciones benéficas que valgan la pena, use su influencia en el trabajo para promover una agenda humana, pague la asistencia que recibió de los demás, críe a los niños con amabilidad y compasión para que un día puedan ser iguales, ayude a elegir a otros que compartan sus valores, y ser un donante de órganos. Sepa que aunque no pueda hacer todo, puede hacer algo.

Toma tu medicación.