¿Alguna vez has inspirado fuertemente a una persona desmotivada para seguir adelante? Si es así, ¿cuál fue tu receta?

Lo he hecho muchas veces.

Empiezo preguntándole a la persona cómo se ve a sí misma en un año, en cinco años y más.

Por lo general no lo saben.
Entonces sugiero varias posibilidades.

Por lo general, responderán dando razones por las que no pudieron alcanzar las sugerencias que he presentado, aunque están de acuerdo en que los objetivos que he sugerido son deseables.

Luego sugiero metas menores que están a su alcance y en el camino para alcanzar una meta.

Por ejemplo, una vez conocí a un ilustrador que quería ser profesor. Ella dijo que requería calificaciones que ella no tenía, y no tenía tiempo para estudiar.

Le sugerí que se convirtiera en una ayudante escolar. Estos son comúnmente padres que asisten a una clase donde hay un maestro y ayudan al maestro.
Estos no requieren ninguna calificación. Por lo general, pueden trabajar con un estudiante ayudándoles a leer, o pueden ayudar a trabajar con un grupo de niños al repartir el equipo.

Hizo esto cuando tuvo tiempo, y pronto aprendió las rutinas de la escuela. Luego pasó a usar sus habilidades de dibujo para ejecutar proyectos de arte en las clases.
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Esto, a su vez, hizo que le pidieran que dirigiera proyectos de arte como clases extracurriculares.
Luego pasó a obtener el respaldo de la escuela para solicitar fondos para impartir clases de arte para niños con necesidades especiales.

Luego pasó a impartir clases de este tipo para otras escuelas. Con el tiempo ella construyó un curso y pudo solicitar trabajo directamente con escuelas y centros comunitarios.

Finalmente, tomó las calificaciones mínimas necesarias y pudo trabajar a tiempo completo como maestra.
Eso fue hace doce años. Ahora trabaja a tiempo completo como maestra y ha ampliado su rango de trabajo.

Básicamente, el obstáculo era que veía el problema porque necesitaba una calificación, y no tenía tiempo ni dinero para obtener esto mientras trabajaba como ilustradora.
Mientras que vi el problema como el de ingresar a una escuela y encontrar lo que se requiere de un maestro.

SÍ.

No hay receta para el trabajo que hago.

Cada persona es única y cada situación requiere estrategias específicas y dirigidas, responsabilidad y sabiduría.

La salsa secreta es el compromiso de la persona para avanzar y su voluntad de ser audaces.