Mi padre me serviría un pequeño vaso de vino tinto aguado + una cucharada de azúcar desde los 7 años.
Cuando tenía 9 años y volví a casa del dentista con un dolor terrible, mi madre me hizo bañar una copa de whisky para adormecer mis encías. Funcionó de maravilla, pero lo odiaba.
Mi abuelo me ofreció la espuma de su cerveza varias veces. Lo odiaba, pero cada vez lo intentaba solo para ver si me gustaba.
Una vez puso un poco de Underberg en la mía y el vaso de refresco de limón de mi primo (debemos haber sido unos 12) y se rió todo el día viéndonos correr y jugar con una gran sonrisa en nuestras caras. Todavía sonrío cuando huelo ese licor, porque me trae buenos recuerdos de mi abuelo.
Mi prima tiene 13 años y desde que cumplió 10 años, ha permitido un vaso de champán en la víspera de Año Nuevo y quizás otras dos ocasiones al año. A ella le encanta ser parte de la tostada y tomar ese primer sorbo, pero nunca ha terminado su vaso.
- ¿El alcohol (o los estimulantes en general) aumentan la sensibilidad y el pensamiento abstracto?
- ¿Qué dice el hinduismo sobre el consumo de alcohol en cantidades limitadas de ‘consumo social’? ¿Hay alguna mención de alcohol en las escrituras?
- ¿Debería el alcohol colocarse en la misma categoría que las drogas duras como la heroína y la cocaína?
- ¿Por qué es que durante un apagón por alcohol, puedo ser funcional pero no recordar una sola cosa? ¿Qué pasa con esos recuerdos y pueden ser recuperados?
- ¿Es cierto que la cerveza negra es solo para personas mayores y los adultos jóvenes prefieren Pilsner / lager?
Esta es la historia de mi familia, y ninguno de nosotros ha tenido problemas con el alcohol hasta ahora. Por supuesto, podría ser diferente para otra persona.
Pero lo que esas experiencias hicieron por mí (y mis hermanos y primos) fue desmitificar el alcohol. Perdió su misterio, dejó de ser un fruto prohibido.
Ya no tenía ese encanto de las “cosas adultas”.
No es gran cosa y no nos gustó de todos modos.
El tabú le da a las cosas cotidianas mucha más importancia de la que merecen.
En el sur de Europa es bastante común dar a los niños de cierta edad pequeños sorbos de bebidas alcohólicas (vino, cerveza) como comunión social, ya nadie le importa.
No temes lo que sabes!