¿Es la vida un milagro?

Puede notar que cuando intentamos teorizar sobre el posible origen del universo, siempre nos queda un problema metafísico básico.

Las personas que asumen que el universo es una especie de mecanismo se preguntan, ‘¿de dónde vino este mecanismo y qué lo inició?’ Aquellos que creen que el universo es una especie de simulación por computadora quedan con la pregunta: “¿Quién hizo a los que hicieron la simulación?”, Y los monoteístas sinceros con “¿Quién hizo a Dios?” Cuando intentamos explicar el universo, todo lo que realmente hacemos es mover el problema metafísico de ‘Whodunnit?’ subir un nivel Parece que nunca podemos llegar a la fuente de las cosas.

El hecho del asunto es que para que todo esto suceda, en algún momento y de algún modo, algo intrínsecamente misterioso tenía que ocurrir. Es decir, tenía que surgir algo que es un misterio incluso para sí mismo, porque tener conocimiento incluso de sí mismo implicaría algún tipo de fenómeno anterior. Si consideramos que un milagro es un evento totalmente inexplicable que escapa a la contención o definición de cualquier tipo, entonces la existencia es milagrosa.

La fuente de cualquier cosa que exista debe ser necesariamente un misterio total incluso para sí mismo, y ese es el milagro. Para que exista algo en absoluto, en la raíz de todo esto debe haber un “No lo sé” fundamental.

Seguro. No hay una explicación natural de la vida o la conciencia.

Krishna dice:

Soy la fuente de todos los mundos espirituales y materiales. Todo emana de Mí. Los sabios que saben perfectamente esto se ocupan en mi servicio devocional y me adoran con todo su corazón. (Bg 10.8)

Los pensamientos de Mis devotos puros habitan en Mí, sus vidas están totalmente dedicadas a Mi servicio, y obtienen una gran satisfacción y felicidad de iluminarse unos a otros y conversar acerca de Mí. (Bg 10.9)

A aquellos que están constantemente dedicados a servirme con amor, les doy la comprensión por la cual pueden venir a Mí. (Bg 10.10)

Para mostrarles una misericordia especial, yo, morando en sus corazones, destruyo con la lámpara brillante del conocimiento la oscuridad nacida de la ignorancia. (Bhagavad Gita 10.11)