Por el bien de responder, asumiré que este es un objetivo que vale la pena perseguir, aunque con toda honestidad no lo veo como tal.
La respuesta, entonces, es cuando hay alternativas a la religión organizada que ofrecen las mismas cosas que ofrece la religión organizada, en un nivel capaz de competir con la religión organizada para los partidarios.
Cuando tales alternativas pueden dar:
1. La esperanza en situaciones donde la esperanza es ilógica y la desesperación nihilista es el único curso lógico.
- Con la tecnología de envejecimiento inverso creciendo, ¿vivirán los humanos un día para siempre?
- ¿Cuál es la mejor manera de aprender retrato de los seres humanos?
- ¿Está nuestra tierra llegando a una extinción?
- ¿Cómo sería el mundo si el actual calentamiento global nunca ocurriera?
- ¿Alguien siente que la tecnología está arruinando a los humanos, como yo?
2. Confort para los que sufren, seguridad para los que temen y felicidad para los que sufren.
3. Lazos comunitarios que unen a las personas a través de las fronteras familiares, étnicas y raciales.
4. Inspiración para hacer cosas valiosas pero difíciles, y la sensación de que vale la pena emprender tales acciones.
5. Una visión emocional y artística del mundo que reconoce la importancia de los aspectos de la experiencia humana más allá de lo mero físico.
6. Una dirección significativa que brinde orientación sobre cómo se debe vivir la vida y qué actividades deben perseguirse, tanto por el bien de los individuos como de la comunidad.
Hasta ahora, los intentos de “reemplazar” la religión organizada se han centrado en denigrar las razones por las cuales las personas valoran la religión organizada. Este camino es ilógico, ya que los humanos no cambian sus prácticas porque un extraño al grupo expresó hostilidad: por el contrario, la hostilidad de los externos fortalece la identidad del grupo y la resistencia al cambio.
Si usted es serio acerca de reemplazar la religión organizada, necesita ofrecer alternativas que puedan dar las mismas cosas que la religión organizada. Hasta que tenga una buena contraoferta, la superioridad meramente expresiva y personal a quienes desean lo que la religión organizada puede ofrecer es insuficiente.