La noche pasada salí a cenar con 20 adultos y algunos de sus hijos. Regresé a casa más rico con dos niñas pequeñas como amigas y una de ellas me invitó a su casa hoy para ver su habitación. Tenían 7 y 9 años. Mientras los adultos hablaban de la gente, jugaba juegos divertidos con los niños, compartía pizzas y bebía helado derretido.
Esta niña Zarah me sacó una tarjeta. No sabía cómo reaccionar y la abracé con lágrimas en los ojos.
Los niños son muy selectivos acerca de con quién pasan el tiempo y comparten sus juguetes y yo estaba entusiasmado por ser el elegido. En las pocas horas que pasé con ellos, aprendí mucho.
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Los niños no se aburren: siguen encontrando nuevas cosas que hacer y usan todo lo que les rodea para divertirse. Los dos muchachos que se sentaron frente a mí usaron dos cucharas para tener una pelea de espadas y, aunque crearon ruido, era ignorable porque se mantenían ocupados mientras simplemente esperaban la comida.
Los niños son creativos: esta niña Dia se me acercó y me pidió que pensara en cualquier palabra, así lo hice. Entonces ella me preguntó “¿Cómo te llamas?” y me dijo que respondiera con la palabra que había pensado. Dije Zanahoria y ella se echó a reír. Tuve que pensar en palabras graciosas para todas sus preguntas.
Los niños se conectan: yo había conocido a estos niños hace dos años cuando eran pequeños y no estoy seguro de si se acordaban de mí, pero se conectaron conmigo justo después de unos minutos de estar en la misma habitación. ¡Comenzaron con bromas, pasaron a los juegos y luego me hicieron preguntas sobre MÍ!
Los niños son solucionadores de problemas: A todos los niños se les permitió pedir solo una cucharada de helado, pero querían una combinación de chocolate y fresa. Todos pidieron helado de fresa y me pidieron que pidiera dos cucharadas de helado de chocolate y el problema se resolvió.
Los niños son honestos: si les gustas, te lo harán saber. Si no les gusta se mostrarán.
Los niños tienen un gran sentido del humor: se ríen, se ríen mucho de las palabras que riman o de las aves voladoras. Las cosas simples de la vida los hacen sonreír y se aseguran de que tú también te rías con ellos.
Los niños son genios: todos los niños tienen un talento brillante en ellos. Es nuestro deber encontrarlo y animarlo.