Fue una película seria. Algo muy diferente. En realidad hablaba de lo importante que era para una persona saber quién era en realidad. ¿Cuál era su identidad? ¿Fue su amor en la vida? ¿En qué era especial? Nuestra sociedad, con sus reglas y restricciones, nos obligó a todos a correr esta carrera de ratas sin saber a dónde nos dirigíamos. Algunos estaban bastante seguros de su victoria en la carrera porque en el fondo disfrutaron del trabajo que hicieron. Pero para el resto, a quienes no les gustaba lo que estaban haciendo, eran un grupo perdido completo que solo se preguntaban a sí mismos por qué su vida resultó ser la forma en que fue. Cada persona tenía algo dentro de él que podía convertirlo en un ganador. Pero incluso si una persona encuentra ese rasgo especial, nuestra sociedad solo valora ciertas cualidades. No todo tipo de talento recibió el reconocimiento que realmente merecía. En este proceso, nuestra sociedad había producido muchos héroes desconocidos. Ved fue un gran ejemplo. Aunque mostró talento ejemplar para contar historias, a nadie le importó. Luego encontró a Tara, la única persona que valoraba al verdadero Ved, al extraordinario cuentacuentos y al niño loco que era desde adentro y se enamoraron. De alguna manera la película era muy diferente de otras historias de amor. En realidad, le enseñó que vivir sus sueños y deseos era más importante que vivir para la sociedad o para los deseos de sus seres queridos.
Imitiaz Ali tenía un mensaje y un gran punto para hacer, lo que hizo de la manera más estética. Felicitaciones a la película.