La palabrería es cuando alguien usa demasiadas palabras o frases técnicas que casi no se pronuncian en las conversaciones diarias, a menudo para parecer sofisticadas o más pulidas.
Ejemplo:
“He querido asignarte tus tareas para las próximas vacaciones de Navidad.
La tarea principal sería organizar los documentos que ha estado redactando durante las últimas quince quincenas. Además, la cantidad de esta tarea debe ser profesada a sus respectivos profesores que han aceptado criticarlos y corregirlos antes de los próximos exámenes prácticos.
Su disminución de las posibilidades de obtener un céntimo en los próximos exámenes a pesar de su excelencia académica ha concluido en esta decisión unánime tomada por los administradores de la universidad. ”
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Esta palabrería se podría acortar de la siguiente manera:
“Le asignaré sus asignaciones de vacaciones para Navidad, en las que tendrá que organizar todos los documentos de estudio y enviar el documento requerido a su respectivo profesor, quien lo corregirá antes de los exámenes prácticos.
“Esta decisión fue tomada por la universidad debido a la menor probabilidad de que obtuvieras la máxima puntuación en tus exámenes finales a pesar de tu capacidad académica”.