¿Qué lecciones de vida se pueden aprender jugando al hockey profesional?

No eres tan bueno como crees que eres. Es increíble lo rápido que pueden cambiar tus fortunas. Hay casi una sensación extraña que solía tener después de un buen juego, sabiendo que algo vendría pronto para derribarme una o dos clavijas. La clave para sacar que obtuve fue la importancia de mantener una cabeza nivelada y estar incluso en quilla. Lo que hace esto realmente difícil es que las emociones son una parte importante de jugar bien. Los entrenadores siempre predican la importancia de jugar “desesperado”. Bueno, para estar desesperado, tienes que jugar con una emoción intensa que no ayuda mucho con toda la rutina de la quilla par.

Otra gran parte de jugar al hockey profesional en Europa fue jugar con compañeros de equipo que venían de lugares que apenas sabía que existían. Hay algo realmente genial en hacer una gran jugada con un compañero de equipo que ni siquiera habla inglés. Era casi como este secreto tácito que ustedes dos podían tener entre sí. Si bien la comunicación verbal podría ser casi imposible, la comunicación que ustedes dos podrían tener sobre el hielo es algo que debe valorarse.