En las relaciones e incluso en la vida profesional nos encontramos con esta iracunda experiencia. En las relaciones de hecho somos tontos. Tendemos a cometer los mismos errores una y otra vez.
Tenemos miedo de lastimar a nuestros seres queridos, pero lamentamos en nuestro corazón que nos aprovechen. Pero oye, son nuestros seres queridos que no se toman la libertad. No entiendo las jergas de la psicología y las relaciones, pero una cosa es segura, las relaciones florecen con la misma cantidad de imágenes. Las reglas son bastante claras en la naturaleza, ¿por qué no pueden serlo en las relaciones?
Si no expresamos nuestra ira, especialmente en las relaciones privadas y nos guardamos rencor por habernos aprovechado, estamos siendo honestos con nuestros seres queridos. Somos seres humanos, creación final de la naturaleza – paquete de imperfecciones. Por lo tanto, estamos obligados a sentirnos perjudicados por el trato injusto y rencoroso de los demás y sentir que está bien dar por sentado a nuestros seres queridos. Así lo hacen. Pero, ¿por qué no entendemos la simple ley de Hook que funciona más perfectamente en el ecualizador humano? Nadie puede ser aprovechado más allá de cierto límite.
En las relaciones profesionales, tenemos que vivir un día a la vez y hacer el favor de obtener uno a cambio.
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De ahí que ayude a la gente pero asegúrese de que la valoren. No tiene que ser detallado ni revelarlo de ninguna manera, pero si se siente maltratado, conviértalo de forma educada, rígida, agresiva … según su temperamento. Pero recuerde tratar a los demás como usted quiere que lo traten a usted.