Gracias por la A2A Narayan.
Para comenzar, deseo compartir una cita de Platón: “Las buenas acciones nos fortalecen e inspiran buenas acciones en los demás”.
Vivo por esta cita. En respuesta a su pregunta, me complace decir que he sido una inspiración para otros. Soy una persona normal, pero creo firmemente que puedes inspirar a las personas que te rodean. Esta creencia proviene de mi padre , a quien he visto haciendo actos buenos y amables. Vengo de una familia de clase media y crecí viendo a mi padre respetando a todos, independientemente de su condición social y sus condiciones financieras. Siempre saludaba al vigilante de nuestro edificio y preguntaba por el bienestar de nuestra ayuda doméstica. Durante los festivales, sin lugar a dudas, solía dar dulces y algo de dinero al vigilante, a nuestra empleada doméstica, a su empleado de oficina y a otras personas de su contacto que eran de origen humilde. Seguí su ejemplo. Actualmente, trabajo en empresas a nivel senior, pero pase por hablar con el vigilante de nuestro edificio, pregunte por su bienestar, patrocine la educación escolar de los 2 hijos de mi servicio doméstico. El peón de nuestra oficina se considera parte integral de nuestro departamento por los miembros de mi equipo y yo, el jefe del departamento. Nadie en mi grupo le ordena al peón que haga ningún trabajo, pero respetuosamente le dice que haga el trabajo, y él felizmente hace todo el trabajo ya tiempo. Los miembros de mi equipo me siguen porque los trato a cada uno de ellos con mucho respeto y les he inculcado la sensación de que para realizar el trabajo, no es necesario usar su poder y reprimir a la persona que está debajo de usted.
Ahora mi hija (14 años), la tercera generación, es conocida en su escuela por su humildad y amabilidad. Cada vez que visito su escuela para asistir a la reunión de padres y maestros, los peones de la escuela (maushi y Bhau) me dicen que mi hija los hace sentir bien, ya que nunca se olvida de saludarlos, mientras que la mayoría de los demás estudiantes solo saludan a los maestros y a los de último año. personal administrativo. De hecho, desde su cuarto grado en la escuela, en sus cumpleaños me hace empacar unos pasteles por separado solo para los maushis y bhaus de su escuela. Cuando le pregunto por qué lo hace, ella responde que lo hace por su propia felicidad porque la hace sentir bien.
Permítame aclarar que en cada uno de los casos anteriores, ni mi padre insistió en que me comportara de una manera particular, ni forzé a mi hija a ser buena con los demás. Mi hija y yo decidimos hacer el bien inspirándonos en la bondad de nuestros respectivos padres. Compartiendo a continuación una buena cita relevante para esta pregunta y la respuesta correspondiente.
Al aire libre
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PD: Mi intención de compartir expresamente los buenos actos realizados por mi padre, mi hija o yo es simplemente enfatizar que los pequeños actos de bondad al azar pueden inspirar a otros a hacer lo mismo. No pretendo dar a conocer que somos buenas personas. La bondad es contagiosa, así que difundela entre las personas de tu propio mundo.