La mayoría de los seres vivos en la Tierra no se preocupan por el propósito de sus vidas. Nacen, tratan de sobrevivir mientras puedan en su entorno y, finalmente, mueran. La naturaleza avanza y nuevos seres toman su lugar. Esto también sucede con los humanos.
Sin embargo, los humanos, debido a su inteligencia emocional altamente desarrollada, han tomado el control de su entorno. Ahora (aparentemente) tenemos control sobre cualquier cosa que amenace nuestra existencia. En ese sentido, sentimos que nuestras vidas ya no son tan frágiles y temporales. Además, hemos aprendido a distinguirnos como personalidades únicas. Se nos dice que cada persona es única y especial, y no somos solo alguien. Los medios y la búsqueda de popularidad han alimentado nuestro deseo de ser alguien y ser reconocidos por nuestra singularidad. Por lo tanto, cuando nos encontramos en un trabajo sin sentido o sentimos que no somos lo suficientemente apreciados, buscamos nuestro propósito en este universo.
¿Por qué nacemos? ¿Cuál es el punto de la lucha diaria? ¿Tendrá importancia al final? La religión juega un papel muy importante en responder a estas preguntas, ya que nos dice que hay una razón por la que estamos en este universo. Nos da consuelo pensar que hay alguien por ahí que tiene un plan para nuestras vidas. Imagínate, trekking en el bosque con tus amigos. Uno de tus amigos dice que conoce el camino y tú sigues su ejemplo. Sin embargo, a medida que se acerca la noche y la caminata se vuelve peligrosa, descubres que tu amigo estaba mintiendo y no conoce el camino. En ese momento, te sientes completamente perdido y desilusionado. En términos análogos, esta es la razón por la cual el propósito de la vida se siente tan importante para los humanos. Sin un plan, no nos sentimos en control, y por lo tanto los sentimientos de falta de sentido y de impotencia.
La mejor estrategia es aceptar que la vida es temporal y sin sentido. Es una ilusión, no debe tomarse demasiado en serio. Una vez que aceptas esto, la vida está llena de posibilidades. Te das cuenta de que puedes hacer tu vida tan significativa como quieras. Puede crear sus propias reglas y al mismo tiempo tener una explosión de hacerlo. Si la vida es temporal, tiene sentido hacerla tan memorable como sea posible. Y la mejor manera de hacerlo es ayudar a tantas personas como puedas, en el camino. La filantropía es una de las mejores maneras de sentir que tienes algún propósito en la vida.
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Por eso nos importa el propósito de nuestras vidas. Y en lugar de tratar de evitar pensar en esta pregunta, debes tratarla de frente.