¿Qué hace que la psique humana sea tan vulnerable cuando se trata de contacto físico forzado, coaccionado y no consensuado?

Has respondido tu propia pregunta.

Un escenario uno ha dado permiso para participar.

Un escenario uno no ha dado permiso pero se vio obligado a participar de todos modos.

La forma en que lo veo es que no es que la psique humana sea vulnerable sino más bien consciente. A diferencia de los animales, tenemos libertad de elección, es algo con lo que nacemos, nos pertenece de manera colectiva e individual. Se supone que debemos ser respetados, apreciados y reconocidos como únicos; después de todo, somos la única criatura viviente en este planeta que, por cualquier motivo, nació con la capacidad de elegir y crear nuestras vidas.

Entonces, cuando otro ser humano nos priva de nuestra libertad de elección, nos viola, nos oprime y usa su poder sobre nosotros, somos conscientes de lo que nos está quitando, y eso fundamentalmente hace temblar nuestro núcleo. Si bien el daño puede ser “resuelto”, una parte del yo nunca volverá a ser la misma. Está cicatrizado. Dañado. Violado y la conciencia de que nunca se va. En mis ojos, sobrevivir a ese horror demuestra cuán ridículamente fuerte e increíblemente resistente puede ser la psique humana.