La expectativa y la motivación no son lo mismo, aunque las personas a menudo los confunden con uno. De hecho, son muy diferentes.
La motivación es simplemente el deseo de algo. Es una fuerza que te empuja hacia lo que quieres. Es real.
La expectativa, por otro lado, es un modelo mental del mundo, según el cual se construye o se supone que algo suceda. Una creencia. Como modelo, es un producto de tu imaginación. Una posibilidad. Irreal.
Pero cuando la expectativa no se cumple con la realidad, la frustración que surge de ella es muy real. A tu mente no le gusta estar equivocada en nada. No le gusta tanto que estará dispuesto a ignorar la realidad, solo para evitar la dolorosa admisión de que estaba equivocado. Eso es estúpido, elegir una predicción fallida sobre una realidad dura, pero lo hacemos todo el tiempo y tendemos a enojarnos por eso, defendiendo nuestras expectativas. Esa es la causa de la mayoría de los conflictos.
- ¿Cómo me mantengo motivado para aprender a programar por mi cuenta?
- ¿Alguien puede ofrecer algunos consejos sobre cómo puedo motivarme?
- ¿Cuál es la motivación detrás del programa de amnistía fiscal de Indonesia?
- Cómo entrenar más duro para correr a media distancia y cómo puedo motivarme para hacerlo
- ¿Por qué las personas están motivadas solo por un corto tiempo y luego regresan a la dilación?
Como puedes ver, la motivación y la expectativa son muy diferentes. El primero es una emoción de deseo, el segundo es una opinión pegajosa sobre el futuro o el estado actual del mundo. Puedes tener uno sin el otro.
Está bien producir expectativas, pero en el momento en que olvidas que son meras opiniones, posibilidades, te apegas a ellas y te esclavizan por ellas.
Es por eso que a veces se sugiere no tener expectativas. Pero es imposible, ya que la mente los forma automáticamente. Es si los consideras como realidad o como imaginación es lo que marca la diferencia.
Otra cosa, por supuesto, es que debajo de cada motivación existe la expectativa de que obtendrá algo valioso … Y esa expectativa puede ser totalmente errónea. Las motivaciones simples son más sinceras. Cuando tengas hambre, come. Cuando estés cansado, duerme.