Creyendo que el estrés y la ira a menudo van de la mano, Ashley Miller ofrece los siguientes consejos:
A medida que sus niveles de estrés aumentan, también lo hacen sus niveles de frustración y tensión. Del mismo modo, la ira reprimida o no controlada puede causar una agravación y estrés. Si cree que tiene un problema para manejar el enojo y el estrés en su vida, puede considerar consultar a un consejero. El manejo efectivo de su ira requiere una combinación de ejercicios de manejo del estrés y la ira. Puede aprender estas técnicas por su cuenta o discutirlas con su terapeuta para obtener el máximo beneficio.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es uno de los métodos más efectivos para reducir la ira y el estrés, según la autora Vicki L. Schutt en su libro, “Cómo controlar eficazmente su ira”. El ejercicio físico le brinda la oportunidad de liberar sus emociones, especialmente si siente que está a punto de explotar. Además, el ejercicio puede ayudar a reducir los niveles de estrés al aumentar la producción de endorfinas en su cuerpo, que son neurotransmisores naturales de “sentirse bien” que promueven sentimientos de bienestar. La próxima vez que se sienta estresado o enojado, intente salir a correr o caminar.
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Ejercicio de reencuadre
Reencuadrar es una técnica mental utilizada para difundir sentimientos hostiles e ira, según los autores Richard West y Lynn H. Turner en su libro “Comprender la comunicación interpersonal: tomar decisiones en tiempos de cambio”. Ayuda cambiando su actitud ante una situación dada y cambiando el “marco” a su alrededor para que pueda verlo desde una perspectiva más positiva y productiva. Escribe tus sentimientos negativos y enojados por dos días. Cada vez que experimente un pensamiento negativo o enojado, escríbalo. Al final de estos dos días, vea si puede notar un tema en sus patrones de pensamiento. Tal vez hay un sentimiento general o necesidad que no se está satisfaciendo. Tome uno de los pensamientos negativos y enojados que ha escrito y trate de encontrar un contra-argumento positivo o productivo. Por ejemplo, si ha escrito “Odio a todos” o “Todo el mundo está a mi lado”, podría pensar: “Todos tienen días malos, otras personas también tienen problemas”. Este ejercicio es más útil si puede hablar sobre sus reacciones con un terapeuta o un amigo de confianza.
Respiración profunda
Los ejercicios de respiración profunda pueden ayudarlo a relajarse, tomarse un descanso y ayudarlo a controlarse a sí mismo y a la situación en la que se encuentra. La respiración profunda puede reducir el estrés y la ira volviendo a enfocar la mente en sensaciones corporales en lugar de pensamientos negativos y volátiles. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a su cuerpo a relajarse. Siéntese en una silla cómoda o acuéstese. Coloque una mano sobre su estómago y cierre los ojos. Inhale y concéntrese en llenar su área abdominal, luego su pecho, con la respiración. Pausa, y exhala lentamente. Continúa respirando de esta manera hasta que te sientas más tranquilo y relajado.
Relajación progresiva
La relajación progresiva es una técnica que puede aliviar el estrés, la ira y la tensión. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, este ejercicio se realiza mejor acostado. Usted tensa y relaja conscientemente los principales grupos musculares de su cuerpo. Cierra los ojos y tensa los dedos de los pies y los pies durante unos segundos, luego suelta. A continuación, tensa las pantorrillas y la parte inferior de la pierna, luego suelta. Continúa tensando y relajando tus músculos hasta llegar a tu cabeza. A medida que tensas y relajas cada músculo, respira profundamente y permite que tu mente se concentre únicamente en las sensaciones físicas que estás experimentando.
Todos estos ejercicios pueden ser útiles, pero solo puedes liberarte completamente del estrés de esta vida cuando haces algunos ejercicios espirituales como estudiar y meditar en la Palabra de Dios, ayunar y orar, compartir el evangelio con personas que no son cristianas, etc. “Porque el ejercicio corporal se beneficia un poco, pero la piedad es rentable para todas las cosas, prometiendo la vida que ahora es y la que está por venir”. (1 Tmothy 4: 8 NKJV)